Juego: Shakó II
Temática: Napoleónico
Escala: 15mm
Fecha: 16/05/15
Jugadores:
Ejército Francés: Strategus Maximus
y Burt Minorrot
Ejército Aliados: Gumli
Lugar: Infernal Forge
En esta ocasión traigo una
partida que se celebró para el bicentenario de la batalla de Waterloo, que
creía ya había colocado.
Esta batalla se realizó al día
siguiente de la partida realizada el día anterior sobre el escenario de Quatre
Brass (http://partidasdeburt.blogspot.com.es/2015/11/quatrebrass-1815-2015.html) y las tropas presentadas fue en
consonancia con el resultado de esta misma partida.
El tablero del campo de batalla,
al igual que se hizo con la batalla de Quatre Brass, es realizada según los
mapas de la época.
Así como la disposición de las
tropas de un bando y del otro, que en muchos de los libros (y en Internet) que
hablan del tema, indican la posición de inicio de cada uno de los regimientos y
divisiones del bando francés.
Incluyendo las posiciones
fortificadas de los aliados que se realizaron en grandes granjas y poblaciones
de la zona.
El avance francés, se quisiera o
no, inicialmente se realiza según lo que sucedió en la batalla real, intentado tomar
posiciones firmes o intentando expulsar a los británicos y sus aliados se esos
mismas posiciones.
Los aliados intentan contra restar
el avance francés, reforzando los puntos clave tomados de antemano.
Y los refuerzos de un lado y
otro del campo de batalla, iban llegando turno tras turno.
Y se intentan tomar
posiciones, todavía en tierra de nadie.
El avance sobre Waterloo, por
parte de los franceses, es abrumador.
Eso pasaba en el flanco derecho
francés, pero en el flanco izquierdo, la batalla estaba en su máximo apogeo.
En el centro, posicionarse sobre
la colina central, era un tema prioritario para los aliados, aunque las
avanzadillas francesas ya habían tomado posiciones, baterías incluidas.
Por el flanco izquierdo francés,
los británicos intentaban flanquear al ejercito de esa zona, con la caballería,
peor esta, al ver que no podía hacerlo, tomo la decisión de atacar a la carga a
tantos regimientos como pudiesen encontrarse, incluyendo baterías de
artillería. Aunque también se encontraron con la caballería francesa, que se
posicionaron esperando esa carga aliada.
La zona central era una
carnicería, tanto para un bando como para el otro, ya que se llegó pronto al
cuerpo a cuerpo, mientras las artillerías de ambos bandos soltaban metal por
doquier.
El flanco izquierdo empezó a
resentirse de los constantes ataques y los regimientos empezaban a tener bajas
considerables.
Los franceses cambiaban
rápidamente sus tropas de posición, haciendo marchas tras las líneas, por los
caminos circundantes.
Por el centro, la marea
francesa se hace patente.
Mientras las tropas de la
población de Waterloo se atrincheran en cada una de las casas, a la espera de
refuerzos que llegan del centro, los aliados inician un ataque masivo contra la
población.
El flanco izquierdo, era un
constante toma y daca por parte de los dos bandos.
Y en el centro, el empuje
francés empieza a perder fuelle en pos de los regimientos aliados de refuerzo
que poco a poco van entrando.
Aunque los franceses también
reciben sus refuerzos, por lo que el centro de la batalla y el flanco
izquierdo, todavía no está claro de quien es.
Y la caballería aliada, inician
movimientos de cambio de flanco, para reforzar el centro.
Y en la población de Waterloo,
los prusianos inician un asalto a la población.
Llegando ya al final de la
partida, incluso por el horario de la batalla real, el conflicto está en esta
posición.
En los últimos compases de la
partida, en vista que podríamos estar unas cuantas horas más, se decide que la
batalla no tiene un claro vencedor, ya que en cualquier momento, bien por una
orden mal dada o por una mala tirada de dados, la victoria se puede decantar
hacia un lado, se decide estrecharnos las manos y dar por finalizada la
partida.
Entre el montaje, el alto de la
comida, los altos horarios para descansar, los saludos a amigos y curiosos que
venían a ver el “belén”, estuvimos más de 12 horas, ya que llegamos a Infernal
sobre las 9h de la mañana y pasadas las 10h de la noche. Aunque no estuvimos solos,
ya que durante todo el día tuvimos ayuda para “mover” todo el metal que había
en la mesa y, en especial para los aliados, tomar decisiones en los diferentes
flancos. Y gente que venía a mirar la espectacularidad de tanta miniatura sobre
una mesa de juego (más de 3.000 miniaturas, que se dice rápido).
La diversión y los momentos de
risas los tuvimos garantizados, como por ejemplo en envío de un ayuda de campo
desde Napoleón, en centro de la zona de despliegue, hacia la población de Waterloo,
hasta tres veces, ya que al llegar a la zona de una cabaña, iban muriendo
todos.
Saludos.
Burt Minorrot.
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