Juego: HeroQuest
Temática: Medieval Fantástico
Escala: 28mm.
Fecha: 09/08/13
Jugadores:
Master Albert y Fasbender.
Sufridores: Pau, Dae, Arnau y Burt.
Acabo de regresar de hacer una partida de 3º año de
Heroquest. Lo de tercer año, es según se denomina al libro de retos, ya que
apareció, oficial o extraoficial, como tercer año, después de la aparición del
juego de MB.
En este caso realmente es el primer reto de este manual.
Aunque nustros personajes son novatillos, es para un nivel 3 o superior de
personajes. Pero la cuestión es poder reunirnos en agosto los que estemos en
Barcelona, bien currando, bien anclados por la crisis, distraernos y echarnos
unas buenas risas; y el objetivo se ha conseguido.
Lo primero indicar que en esta ocasión, las fotos se han
realizado con el Smartphone, por lo que la calidad deja algo que desear, no por
el pixelado, sino por ser extremadamente sensible al movimiento.
Este era mi personaje, un Guerrero maestro de armas.
El reto en esta ocasión era entrar por una puerta al
dungeons, y salir por otra, presumiblemente en el lado opuesto (algo claramente
evidente), pero que el master y el dungeons, no nos lo iba a dejar de una forma
fácil.
El primero en entrar fue mi guerrero, y al abrir la primera
puerta, llego un ingente número de esqueletos, momias y zombies, que no os
cuento como me dejó.
Pero no sólo salían de las habitaciones más inmediatas, sino
que llegaban también desde habitaciones adyacentes a las primeras.
Y empiezan las primeras refriegas. Por un lado mi personaje
deteniendo a lo que venía de una habitación, mientras mis compañeros se
encargaban de la otra habitación.
Al final, gracias a mis malas tiradas de dados, me mataron.
O casi, si no llega a ser por una pócima de curación que llevaba encima.
Mientras, mis compañeros se libraban más despacio de lo que
nos gustaría (en especial a mi), a todo bicho de la habitación de la izquierda.
Y una vez limpiada esa habitación, me ayudaron con la de la
derecha.
Una vez eliminadas los cerca de 2º monstruos, pudimos
empezar a avanzar por el dungeons.
Hasta que otro guerrero del caos, se puso en nuestro camino,
dejando fuera de combate a otro de los guerreros (esas pócimas de restauración
de puntos de vida, mano de santo, oiga!).
Si nuestras tiradas eran mediocres, la mano de Fasbender
sacando escudos para los monstruos, ni os cuento.
Y yo, seguía muriendo…
Tras “resucitar” nuevamente (y en total fueron tres veces las que falto el canto de un pelo, para avandonar definitivamente la partida),
avanzábamos penosa y lentamente, mientras nos acercábamos a la salida.
Al final, gracias a unas pócimas de invisibilidad que
encontré en una chimenea, los dos que quedábamos por salir, enfrentados a
sendos Fimir, conseguimos burlarlos y escapar (no como unos grandes héroes,
pero si terminando el reto).
Y como muestra, a parte de las baldosas para el tablero y de
las puertas, tanto abiertas como cerradas, un poco del mobiliario que nos ha
salido en la partida.
Las bibliotecas llenas de libros.
La chimenea.
El ataúd.
El potro de tortura.
La mesa del grimorio.
El trono.
Y esto ha sido todo en esta partida.
Espero que en breve podamos continuar con el siguiente reto.
Saludos.
Burt.