lunes, 5 de septiembre de 2011

LIBERTAD ÍBERA - 2

Juego: Impetus.
Temática: Antigüedad
Escala: 15mm.
Fecha: 11/03/11
Lugar: Tiran Lo Dau
Jugadores: Dae y Salva

Otra nueva partida de Impetus, realizada el 11/03/11, de íberos contra romanos.

Cuando aún no hemos descansado ni sanado nuestras heridas del enfrentamiento con el llamado Publio Melón de Junio, viajeros del oeste llegados a la Sala del Pueblo nos informan que el otro ejército romano que pelearon en contra, tiene intención de pasar por la granja de Polifemo el Griego.


Mmmm buen momento para destruir el segundo ejército de extranjeros. Tenemos experiencia con las tácticas romanas y tenemos nuevos soldados que, con el anterior triunfo, quieren derrotar al invasor romano.

Esta vez son las tropas del llamado Pumpeyo, las cuales alcanzamos cerca de la granja de Polifemo el Griego. Estos realizan un despliegue compacto y dispuesto para romper nuestra formación íbera por el centro. Pero en previsión de lo mismo, preferimos sacar unas unidades del centro de la batalla, yu destacarlas por el flanco derecho, para poder envolver por la retaguardia a las falanges romanas.







Lo primero que hacen los romanos es enviar hacia adelante a sus hostigadores, mientras que nuestras tropas íberas del flanco derecho, avanzaban a la vez que el resto de las unidades centrales, raudas al encuentro de los romanos.





Para evitar que las unidades romanas rompieran nuestro compacto ejército íbero, se decide desplegarlos en formación de media luna, siendo sólo acosadas por los hostigadores romanos, que eran los únicos que se enfrentaban a las tropas íberas. Mientras, el flanco derecho se dividió en dos unidades; las unidades de infantería avanza desde la colina cercana, obligando al flanco romano a enfrentarse a las unidades surgidas, mientras que la caballería íbera del flanco sigue bordeando el bosque.



En vista de esta maniobra evolvente de nuestras unidades centrales, los romanos deciden replegar a sus hostigadores, supongo que con la intención que alguna unidad las persiga y se enfrenten al muro romano. Mientras tanto, por el flanco derecho, los hostigadores romanos se posicionan para enfrentarse a la dispuesta infantería de la colina. Las unidades de mando romanas se giran para enfrentarse a la caballería íbera que está empezando a aparecer por detrás del bosque.

Por la zona central de la batalla, los íberos se van recolocando, para iniciar el ataque final a los cansados romanos. Parte de la infantería se recoloca, dejan de avanzar (ya no es necesario hacer la media luna) y el mando, con su caballería pesada, se incorporan a la formación.



Después de varios “tira y afloja“ y de que los íberos perdiéramos algunas unidades, como la caballería ligera del centro de la contienda y nuestros jóvenes hostigadores, debo decir que las tropas romanas salieron muy perjudicadas.



Poco más se debe contar de esta batalla. Los íberos volvimos a expulsar a los extranjeros de nuestras tierras, perdimos muy pocos hombres y los romanos, bastante diezmados, tuvieron que alejarse, dejando atrás a heridos y equipo.

Lo dicho, una época gloriosa para los nuestros.





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