lunes, 14 de enero de 2013

Partida de Embelyon: Background.

Juego: Embelyon.
Temática: Rol medieval Fantástico.
Lugar: Tirant Lo Dau
Árbitro: Máxi.
Jugadores: Hino, Daemon, Pepo, Arnau, Lis y Sergi.
 

Backgroung de Faramir, Elfo Ranger del mundo Forgotem Realms



Faramir es un elfo de los bosques y Ranger de profesión. Durante su infancia estuvo aprendiendo lo necesario sobre la naturaleza, pero  sus inquietudes pronto le hicieron destacar sobre el noble arte del rastreo. Una vez cumplida su madures, tal como la consideran los elfos, partió en pos de su nuevo destino, como Ranger en King’s Forest, en la región de Cormyr, al norte de Suzail, al sur de las montañas Stormhorns. Pero para ello debía decidir entre dos caminos, cual escoger; por el este del Desierto de las Sombras, o cruzando este mismo.



Una de las ilusiones de Faramir era poder ver el desierto, por lo que decide cruzarlo. En el camino, se cruzó con una carabana que se dirigía a Tilverto, cruzando el Gran Desierto de las Sombras, recogiendo a Faramir a cambio de su trabajo como rastreador. Su trabajo como ayudante de los guías de la caravana fue tan bueno, que estos le ofrecieron la posibilidad de trabajar durante un tiempo con ellos. Faramir decidió que el bosque no se iría a ningún sitio, por lo que una temporada con los guías de caravanas podría ser bueno para él. Pasados casi 100 años, siendo ya un guía casi de leyenda, Faramir decide que ya era un buen momento para ir al bosque de King’s Forest, a ocupar su trabajo.





Una vez en el bosque, y teniendo la reputación de buen guía, cada vez más era requerido en muchas ocasiones como guía y escolta de gente noble y asustadiza, que deseaban adentrarse o cruzar el bosque. En palabras propias de Faramir “un trabajo tremendamente aburrido, en comparación con lo que hacía y pasaba en el Gran Desierto, casi cada día”. Tras muchos años en el bosque, posiblemente más de 100 años, habiendo visto crecer muchos árboles desde el momento de poner la semilla en la tierra, hasta que el árbol debía ser abrazado por 3 ó 4 personas para poder rodearlo totalmente, empezó a plantearse la posibilidad de irse a otra zona. Aprovechando la llegada de nuevos Rangers jóvenes al bosque, decidió irse al bosque de Cormathor, mucho más grande que donde estaba, mucho más al noreste. Faramir en este nuevo viaje decide atravesar  Hullack Forest, por el camino del este, pasando por el puente de Masoner. Ya estando en medio del bosque de Hullack, se encuentra con una inusual actividad de goblins en la zona, algo que se daba por erradicada en Cormyr desde hacía mucho tiempo. Para evitar problemas con estos hombrecillos, Faramir decide ir al norte, atravesando el bosque, llegar hasta el rio immerflow, vadearlo, retroceder hasta el pueblo de Hillmarch, y poder coger el camino de Moonsea Ride.



Pero al pasar entre dos árboles, Faramir queda completamente desconcertado con lo que le acaba de pasar, ya que de repente el bosque ha desaparecido y él se encuentra dentro de una posada, de la cual no puede salir, ya que siempre regresa a él; parece ser que ha atravesado un portal dimensional y se encuentra en otro mundo, el cual está regido por extrañas fuerzas mágicas, según le comentan los lugareñlos, que han llegado de la misma forma que él… incluido el posadero y las camareras.



Como él hay mucha más gente, incluso de especies absolutamente desconocidas para él, que se reúnen en grupos. Faramir observa que estos grupos, de vez en cuando salen para ir a misiones, más como un intercambio o castigo que como un trabajo voluntario¡, ya que según le comentan, se deben hacer para poder pagar la comida y la estancia en la posada; y eso que él no ha pedido venir allí!!



En vista que “debe” trabajar para la posada, decide que lo mejor es unirse a un grupo, como han hecho todos los presentes, para poder sobrevivir. Faramir observa a un grupo que se está formando con recién llegados, por lo que decide que lo mejor es unirse a ellos, que de buen seguro que necesitan un rastreador y un experto guía. Este grupo es variopinto en cuanto a las razas, algunas no vistas por él en su dilatada vida, o con ciertas variaciones curiosas de otras más familiares; una elfa remilgada de la nobleza, paladín en su mundo, con rasgos extraños, con grandes ojos redondos y orejas de punta de grandes dimensiones, que más que afear, entonan perfectamente; un enano más alto y robusto de lo normal, con facciones austeras; un trol azul, también paladín en su mundo, inteligente y dispuesto a ayudar a los demás; un humano de baja estopa y con cierto desconocimiento a la utilización del agua y del jabón; y un mediano protestón, incorporado más recientemente. Si, un grupo muy curioso.



Faramir espera que su elección de grupo, le haga más llevadera la estancia, hasta que pueda encontrar la forma de volver a Cormyr, a su mundo, a su dimensión…

domingo, 13 de enero de 2013

Partidas varias Sábado 12/01/13

En esta ocasión traigo unas fotos de las partidas variadas que hubo el sábado 12/01 por la tarde. Fotografías de la partida de Embelyon de la tarde y de la noche, no se hiciero, lo siento mucho.

Por un lado teníamos una mesa de de I Ain’t Been Shot Mum y por otro un juego de mesa descatalogado del Hobbit.

I Ain’t Been Shot Mum (Yo no les han disparado Mamá) es un reglamento de un juego de la 2GM a nivel compañía. Un juego para poder llevar fácilmente desde un par de pelotones, hasta dos compañías de infantería, una de blindados, artillería de apoyo e incluso aviación para ataques aéreos. Un juego especialmente diseñado para durar aproximadamente de dos a dos horas y media, permitiendo jugarse en tableros de juego de tamaño variado, según las unidades desplegadas, el escenario elegido, y el tiempo disponible; siempre bajo el consenso lógico entre los contendientes.

No es un juego para realizar torneos, sino para divertirse jugando, intentando ser lo más fiel posible a la realidad de una batalla, intentando no obviar nada, cosa que siempre pasa con juegos destinados a torneos, como es lógico, ya que el objetivo de estos últimos es el de agilizar las partidas y evitar las discusiones inacabables que las partidas de torneos muchas veces generan, por la competitividad intrínseca de estos. Un juego más propio para jugar entre amigos, ya que predomina la caballerosidad y “el buen rollo” que el intentar ganar a toda costa. Un juego en el que la primera regla del mismo es que ante la duda, el sentido común debe imperar por encima de cualquier otra regla. Esto, como se puede ver, es absolutamente opuesto a juegos destinados a torneos.

En esta ocasión, medias mesa de ping-pong con una tela color desierto, ha sido más que suficiente para una partida de rusos vs alemanes.


Por otro lado, un compañero trajo un viejo juego de tablero, el Hobbit, hoy descatalogado y difícil de encontrar. Lo de viejo es más por la antigüedad de la edición del juego, posiblemente de cuando salió la primera película de El Señor de los Anillos “La comunidad del anillo”, de algo más de 10 años, pero que curiosamente, le sacó el precinto justamente ayer. Un es un gran juego, pero tampoco es malo. Es el típico juego para pasar un par de horas de una forma rápida, distraída, mientras se va hablando. El típico juego que cada vez más está desbancando y apartando a los juegos de estratégia y a los tradicionales juegos de rol. El típico juego que en jornadas de multijuegops que últimamente parece que están apareciendo, en los que este tipo de juegos llenan las mesas están desplazando abiertamente y masivamente a los juegos de Rol y a los de estrategia: ya está preparado, se despliega, se empieza en menos de 10 minutos, y en el segundo turno, a los 10 minutos posteriores, todos los jugadores ya están involucrados en el juego, riendo y recordando otras partidas pasadas. El típico juego encauzado para jugadores veteranos que actualmente ya sólo tienen tiempo de reunirse entre amigos un par de veces al año, y no tienen más de 2 ó 3 horas para una partida; sus respectivas parejas, los hijos, el trabajo y multitud de cientos de escusas baratas más, son las causantes de que estos dejen su juegos de antaño para volcarse por estos juegos rápidos y de pensar poco, ya que viene todo muy estipulado y con pocas opciones para poder crear la historia.

Pues lo dicho, unos pocos nos pusimos a jugar con este juego “rescatado” de alguna buhardilla.



Mientras que en otra mesa estaban jugando a una partida de Embelyon.

Una tarde entretenida por parte de los componentes de la agrupación. En esta ocasión sólo fumos 12 componenetes jugando, aunque otras veces, entre una y otra partida, entre los 10 y 20 nos podemos juntar.

Saludos.
Burt.